Entre muros y cuerpos: repensando la frontera desde el arte

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Como parte de su visita a Chile, que la llevó a las ciudades de Santiago y Viña del Mar para
compartir sus investigaciones sobre geografía y prácticas artísticas en zonas de frontera,
Anne-Laure Amilhat Szary ofreció una serie de encuentros académicos y reflexivos,
organizados gracias al Fondecyt Regular “Corpografías en la literatura de migración”
(n°122037), dirigido por Tatiana Calderón, académica de la Facultad de Artes Liberales de la Universidad Adolfo Ibáñez. Este proyecto, en colaboración con el Centro de Estudios Americanos y el Doctorado en Estudios Americanos de la UAI, permitió generar un espacio de reflexión en torno a la intersección entre arte y geopolítica en contextos de frontera.

El lunes 17 de marzo, dictó en el Campus Errázuriz la conferencia “Embodied Borders: Fronteras, cuerpos y arte contemporáneo”, donde abordó el surgimiento y la expansión global del arte fronterizo desde la década de 1980, destacando el papel de los cuerpos como dispositivos políticos y estéticos en estos territorios tensionados. Al día siguiente, el martes 18 de marzo, lideró el workshop “El arte fronterizo como vehículo para pensar la inclusión”, dirigido a estudiantes de postgrado e investigadoras e investigadores, centrado en el análisis del texto Framing/Unframing Space: But Where Is the Frame? “Border Art” as a Vehicle to Think Inclusion, que invita a repensar los marcos espaciales desde el cruce entre arte y geografía, a partir de ejemplos concretos de prácticas artísticas que desafían las lógicas de inclusión y exclusión. 

Finalmente, cerró su paso por el país con el conversatorio “Arte en las fronteras, ¿fronteras del arte?”, realizado el miércoles 20 de marzo en la Biblioteca del Campus Viña del Mar de la Universidad Adolfo Ibáñez. Es en este último encuentro donde Szary profundizó en una reflexión crítica y abierta sobre el concepto de arte fronterizo, combinando conceptos geográficos, casos concretos y observaciones metodológicas, y cuya discusión se desarrollará con mayor detalle en lo sucesivo. En esta instancia, Anne-Laure Amilhat Szary propuso una reflexión crítica sobre el concepto de arte fronterizo, retomando sus investigaciones sobre geopolítica, territorialidad y prácticas artísticas en contextos de frontera. Se trató de una conversación enriquecedora que combinó teoría geográfica con ejemplos concretos y observaciones metodológicas, donde se puso en diálogo el análisis académico con las realidades materiales y simbólicas de las fronteras contemporáneas. Szary comenzó contextualizando el concepto de frontera en la actualidad, mostrando cómo su definición varía según idioma, país y cultura. A través de un ejercicio sencillo pero revelador —buscar en Google la palabra “frontera” en distintos idiomas— evidenció cómo las representaciones visuales que asociamos a la frontera son construcciones culturales, políticas y simbólicas. Al buscar “border” (en inglés), emergen imágenes estilizadas o abstractas; en francés, predominan las vallas metálicas como las del muro México-Estados Unidos; mientras que en alemán aparecen las llamadas “fronteras verdes” entre las dos Alemanias. Esta diferencia muestra que no existe una única forma de ver o entender la frontera: su representación está siempre mediada por contextos históricos, ideológicos y tecnológicos específicos .

Desde su experiencia en la frontera México-EE.UU., Szary recalcó que las fronteras no son simplemente líneas dibujadas en un mapa, sino decisiones políticas que requieren tecnologías como el GPS y dispositivos de representación como los mapas para hacerse efectivas. Afirmar una frontera es siempre una operación política y simbólica de gran potencia. En la década años 1980, en este contexto fronterizo, emergió el movimiento del arte fronterizo, una forma de producción artística que no solo se realiza en la frontera, sino que, en sus palabras, “hace” frontera: la interviene, la cuestiona y la performa. Los artistas no se limitan a cruzar las líneas; sus cuerpos mismos se convierten en las fronteras, encarnando las tensiones, exclusiones y resistencias que estos espacios condensan. Este arte se nutre de tradiciones como el arte conceptual, las luchas chicanas y el arte de performance, y con el tiempo se ha expandido globalmente, como respuesta a las políticas de securitización y espectacularización de los límites geopolíticos. Así, las fronteras se han vuelto cada vez más amuralladas para ciertos cuerpos, mientras permanecen abiertas o invisibles para otros, evidenciando su carácter cambiante, multidimensional e identitario: no solo delimitan territorios, sino que también definen quiénes somos o quiénes podemos llegar a ser.

Uno de los proyectos más significativos que Anne-Laure Amilhat Szary destacó durante su visita es Crossing Maps, una iniciativa desarrollada dentro del colectivo AntiAtlas of borders que ella coordina. Este proyecto busca visibilizar las rutas y experiencias de personas que atraviesan fronteras, especialmente en el contexto europeo, donde las políticas de securitización han multiplicado los riesgos y la invisibilidad de estos desplazamientos. A través de una combinación de testimonios, datos geoespaciales y prácticas cartográficas alternativas, Crossing Maps propone nuevas formas de narrar el cruce de fronteras, alejándose de los mapas oficiales que suelen fijar y simplificar las trayectorias humanas. En cambio, el proyecto ofrece cartografías móviles y sensibles que dan cuenta de los desvíos, las estrategias de supervivencia y las violencias sufridas en el camino. Szary subrayó que esta forma de “mapear” no solo documenta, sino que también actúa políticamente, al devolver agencia a quienes cruzan y desmantelar las narrativas hegemónicas que criminalizan la movilidad. De este modo, Crossing Maps ejemplifica cómo las prácticas artísticas y geográficas pueden entrelazarse para producir conocimiento situado y comprometido sobre las fronteras contemporáneas.

Durante el conversatorio, surgió la pregunta sobre si existe una diferencia entre el arte de frontera producido en América Latina y aquel realizado en otras regiones, como Europa o Asia. Szary respondió que, si bien hay particularidades contextuales, sorprende constatar las similitudes que se dan entre prácticas artísticas distantes geográficamente. Ello se explica porque la gestión de las fronteras se ha homogeneizado: las mismas tecnologías y lógicas industriales operan en diferentes territorios, lo que produce formas artísticas que, aunque originales, dialogan entre sí. Mencionó que en los años 2000 se popularizó un tipo de arte que imaginaba la apertura de las fronteras, reutilizando antiguos checkpoints y creando instalaciones que desactivaban simbólicamente los dispositivos de control. Sin embargo, también remarcó que cada territorio responde de forma específica, generando obras que, pese a su diálogo global, mantienen una inscripción situada en su contexto local.

Otra pregunta apuntó a las tensiones entre arte y activismo en estos espacios. Szary explicó que no todo el arte fronterizo es necesariamente activista, aunque toda práctica en estos territorios lleva consigo una carga política. Incluso una obra aparentemente neutra, como una naturaleza muerta, puede volverse política si es destruida o censurada. Algunos artistas eligen la denuncia directa y se asumen como activistas, mientras que otros prefieren operar desde una lógica más sutil o poética, pero no por ello menos política. Ejemplificó esta idea con la obra de Richard Lou, quien instaló una puerta abierta en la frontera México-Estados Unidos, subrayando la arbitrariedad de los límites: un gesto simple que invita a pensar y a desnaturalizar lo que parece inamovible.

La discusión también abordó las relaciones entre los artistas, las comunidades fronterizas y los investigadores. Szary reconoció que existen casos donde los artistas han colaborado estrechamente con las poblaciones locales, permitiéndoles expresar sus vivencias. Mencionó la emblemática obra de Marcos Ramírez ERRE, quien instaló un gigantesco Caballo de Troya en medio de los flujos migratorios, resignificando un símbolo clásico para denunciar las estrategias de infiltración y control. Sin embargo, también advirtió que hay tensiones: algunos artistas son acusados de apropiarse de las narrativas locales para capitalizarlas en el circuito global del arte, sin un compromiso real con las comunidades. Relató casos donde las poblaciones se han opuesto a que el arte embellezca o neutralice la violencia de las fronteras, defendiendo la necesidad de mantener su carácter incómodo y conflictivo para conservar su potencia crítica.

Finalmente, la conversación se orientó hacia las nuevas tecnologías y su impacto en estas prácticas artísticas. Szary observó que, aunque siempre ha existido una dimensión electrónica en el arte fronterizo — donde se documenta digitalmente obras en la frontera—, la inteligencia artificial todavía no ha sido ampliamente integrada. Sin embargo, destacó casos emergentes donde la IA es utilizada para generar imágenes a partir de indicaciones humanas, produciendo resultados que a veces sorprenden por su riqueza y matiz. Compartió la experiencia de una colega suiza que, durante la pandemia, documentó el cierre artesanal de las fronteras europeas mediante un cómic autobiográfico. Al intentar recrear esas escenas con IA, notó que las imágenes generadas caían en estereotipos y no captaban la complejidad vivida en esos espacios, lo que abre preguntas sobre los límites de la representación digital.

Así, el conversatorio concluyó señalando que, aunque el arte, el activismo y la investigación operan desde lógicas distintas, entre ellos se tejen diálogos constantes que permiten producir formas nuevas y potentes de pensar, representar y resistir las fronteras contemporáneas. La propuesta de Szary invita a no reducir las fronteras a meras líneas de separación, sino a reconocerlas como espacios vivos, donde los cuerpos, las tecnologías y las prácticas artísticas se entrecruzan en disputas que siguen definiendo nuestro presente.

“Para más información sobre este conversatorio y las ideas compartidas por Anne-Laure Amilhat Szary en ‘Arte en fronteras, ¿fronteras del arte?’, te invito a ver el reel en Instagram, donde podrás encontrar más detalles y momentos clave de esta reflexión.” 

https://www.instagram.com/reel/DJranbbuIrK/?utm_source=ig_web_button_share_sheet&igsh=ZDNlZDc0MzIxNw==

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